El destino te rasca con dedos largos y fríos

Nada ganamos conjugar
No existe el futuro perfecto progresivo
Las cosas se escapan hacia el pasado participio
Los recuerdos se permean en un pasado cada vez más simple
El presente siempre progresivo
Separa al sujeto y al predicado
Y yo cada vez le veo menos objeto directo
A estos indeterminados
En busca de un idioma que aglutine
y lo convierta al final todo:
Amor, dolor, ira, recuerdos, despedidas, saludos, traiciones, besos y jadeos,
en una palabra que nadie nunca se atreva a pronunciar
por miedo a morir petrificado

Se encienden las luces de la sala y salimos, los últimos, y sin tomarnos de la mano

Hay una luz morada al final del pasillo, nadie se atreve a ir por miedo a que del otro lado de la puerta esté esperando para emboscarnos la felicidad. Nadie se atreve, nosotros tampoco...

Un hombre tiene una estufa con gas suficiente como para hervir dos litros con agua, los utiliza para bañarse a jicarazos. Dijiste que era un error de continuidad muy tonto, Por qué no se baña con agua caliente en la regadera, si tiene gas. Te miro a los ojos y me doy cuenta de que no sabes morir lentamente como mi vecino, que comenzó a pudrirse el día que murió su mujer, nadie lo notaba más que por el olor. Mi vecino empezó a oler a muerto 5 años antes de morir. Al final, después de muerto, sus familiares pintaron la puerta y echaron jabón encima de su olor y su recuerdo. El único rastro que recordaré de él para siempre. Una postal en su puerta, con un piolín de la navidad del 2006, año en el que murió de verdad, que ningún pegamento pudo quitar.

Los caballeros no tenemos memoria RAM

Julia llora en silencio en su habitación antes de dormir. Pedro mira la televisión y no se da cuenta, distraído de todo lo que sucede a su alrededor. A la mañana siguiente Julia empaca sus cosas en dos maletas grises y un neceser azul mientras Pedro trabaja, sale olvidando adrede cerrar la puerta de entrada, antes de subir a la moto de su instructor de Yoga y perderse para siempre.

Pedro no escucha nada todo el día en el trabajo, trata de recordar lo que vio en la televisión ayer y descubre que no estaba prestando atención, distraído por completo de todo lo que sucedía a su alrededor. Su jefe le anuncia un recorte de personal y tiene que que dedicar el resto de la tarde a poner todas sus cosas en dos cajas de cartón grises y un folder azul, antes de salir y subir a su auto para llegar a su casa a que, durante algunas horas, la noticia del robo de su departamento lo distraiga del diagnóstico de cáncer terminal.

Por favor no siente a los niños en las escaleras eléctricas

Envejecer es como la música de un bandoleón: hermoso, nostálgico y al final, profundamente triste.

Cuando tenía 7 años le dije muy decidido a mi madre que yo quería ser astronauta, chofer de ruta 100, o nada...creo que todo lo que hice después de esa tarde fue un único y terrible error vocacional.

Todo lo que pasa en la vida puede resumirse como una larga despedida, que culmina cuando algún piadoso pone tierra de por medio entre tú y todo lo demás

Lo que no te hace más fuerte, te destruye

Hay una fila infinita que termina en una puerta que siempre está cerrada; en ese lugar venden algo que todo el mundo necesita, pero nadie sabe que es...

El índice de criminalidad ha subido vertiginosamente desde la extinción del sol en nuestro sistema solar, parece ser que todos los días muere alguna persona en la bañera, frente a su computadora, recibiendo sexo oral en el callejón de detrás de una florería...

Genaro inauguró su primer negocio con el rezo de dos padresnuestros en la oscuridad, antes de encender la luz o recibir a su primer cliente. Tuvo mucha suerte y en una sola mañana despacho cuatro clientes y decidió cerrar temprano. Llegó a su habitación y le pidió a su mujer que le preparara agua caliente para meter la mano izquierda, que le dolía y sangraba por un diente que chocó contra el nudillo en el último trabajo del día.

En química orgánica te dicen que cada partícula de oxígeno tiene seis enlaces. Tiene mucha más suerte que nosotros, que muchas veces pasamos la vida entera buscando uno sólo

Se vende sillón con chinches

Caminar en círculos, tropezar siempre con la misma piedra, sentarse en la misma banca, besar a la misma mujer, morder la misma mano, beber el mismo trago (amargo), caminar en círculos...

Conocer una mujer que se vuelva loca el día en que, saliendo de su casa, un pajaro muerto le cae en la cabeza.

Hoy en la mañana un hombre tiró su identificación a la salida del metro, cuando le avise me agradeció como si le hubiera salvado la vida. Imagino a un asesino a sueldo haciendo lo mismo, ayudando viejitas a cruzar la calle para sentir lo que es que lo miren a uno como un buen hombre, todo esto de camino a matar al nieto de la viejecita que no tendrá tiempo de ver al cadaver agonizante porque nadie le ayudará a cruzar la calle en el camino de regreso...

Pretextos para caminar

La vida como un truco de magia, de la barata, de la de verdad. Todo lo que deseas siempre está tres pasos adelante, todo lo que deseas está tres pasos atrás (este orden se puede invertir).

Despiertas pensando que es julio, con lágrimas en los ojos. Escribes un mensaje antes de buscar a tientas las llaves de tu auto, tomar esa fotografía enmarcada y salir corriendo hacia febrero.

Lo primero que cualquier humano aprende es a llorar. Hay quien sobrevive toda su vida sin aprender nada más.

Encender cigarros antes de morir y después de venirse

La vida está llena de veredas que se van.

Cuesta trabajo apoyar el pie después de intuír esto, la vereda puede terminar en un callejón agonizante en Turquía o vendiendo carne seca afuera de las pirámides de Egipto, o aquí.

La eternidad como la madre de todas las fobias.
La soledad como la palabra de la eternidad, que nos susurra su canción al oído.

Al aceptar que el universo es infinito aceptamos que todo es posible.
También que todo sea inútil.
También que estés solo.

Boomerang

Perdonar a otros es perdonarse a sí mismo, un hombre perdona en los periódicos al asesino de su esposa. Llega a su casa por la noche a mirar largas horas al techo esperando ver ese perdón llegar hasta él.

Tu dices que sólo te seguimos los vagabundos y yo. O eso decías, cuando decías...

Cada vez está más cerca el momento, este año no sé si te voy a ir a ver, no sé si el tiempo cure.

filosofraudes

La fiebre empaña mi mirada. Recuerdo canciones que no son canciones, escritas con letras que no puedo repetir en voz alta. Pienso que tal vez es un recuerdo de hace demasiado tiempo, antes de que Prometeo bajara a picarnos el culo con una zarza ardiente. Las canciones son coreadas por niños y una voz de mujer en un megáfono. -Se parece a mi vida.- Te digo, sin saber quien eres tú.

Alguno de estos días salgo a respirar aire fresco. La puerta a mi izquierda y la ventana a mi derecha, regreso al departamento cuando empiezo a simular el salto en mi cabeza. El impulso y la cortísima sensación de libertad, no imagino el plaf ni mi cuerpo sangrando al fondo del cubo de ventanas, no imagino los noticieros ni la cara de mi madre angustiada por nunca poderme decir que le diagnosticaron diabetes.
´
Afuera, en las calles, la gente baila su baile de máscaras. Imagino que salgo y toso en un camión, la gente me carga en brazos enguantados de látex mientras me arranca las extremidades con una ira proporcional a su impotencia. Me siento como el ultimate rockstar, Grenouille en sus últimos momentos, disfrutando todo el dolor que el amor guarda detrás de su sonrisa vacía.

La gente se me escapa entre los dedos. Pienso que si toda la gente se sigue cubriendo la cara llegará un día en que nadie reconozca a nadie. Todos caminaremos buscando a alguien, temerosos, fríos, ajenos.

"Quiza exista una indiferencia entre las cosas"

Exor-cidios

Escrito con tinta azul en el borde del menú de un café.

1. Comprábamos recuerdos guardados en botellas de formol, para que los gusanos no acabaran con ellos. Nos dijimos la verdad a cuentagotas, pequeñas dosis en días y días de conversación, como quien se inmuniza contra algún veneno mortal. Nos acostábamos al pie de las fuentes, regalábamos nuestros juguetes, dormíamos en los parques, hasta que no tuvimos más juegos en las manos, sólo un frío mortal, bajo las cobijas.

2. Venimos de otro tiempo. Fumábamos en los cafés, nos mentíamos a la cara, tomábamos cerveza después de las dos de la mañana. Nos clavamos cuchillos en la espalda, demasiado grandes para la espalda de un adolescente. Hoy nos odiamos por costumbre, aunque los cuchillos, tan pequeños como agujas, hayan caído casi inmediatamente al contacto con los verdaderos latigazos. No fue extraño que al terminar ninguno de los dos se levantara a pagar la cuenta.

Escrito con lápiz labial rojo, en el espejo de un hotel de paso.

1. Caminábamos por las calles sin tomarnos de la mano, guardábamos tantos secretos ajenos que acabamos por crear unos propios, nunca aprendimos a vivir bajo la luz del sol.

2. Rompíamos vidrios de los coches en los cruces de autos, nos sentábamos en puentes amarillos y dejábamos colgar nuestros pies. Lo único que nos salvó de caer fue mantener apretadas nuestras manos y nunca mirar hacia abajo, nunca mirar atrás...

Escrito con aerosol verde, junto a una tienda de zapatos.

1. Pintaremos grafittis en las orillas de todas las avenidas. Comeremos a destiempo, pariremos con dolor, nos desgarraremos el uno al otro. Nos olvidaremos que existimos, hasta que finalmente dejemos de exisitir.

2. Un día espero encontrarte allá, del otro lado de todo esto. Más allá de los escombros.

English Breakfast

Huevos con tocino en la mesa de un casino en Montecarlo...

Apostar a la ruleta todo lo que se tiene en una vuelta, ver ganar el número adecuado con el color incorrecto. A veces las cosas son así, hasta en el lugar correcto hay variantes pequeñísimas, a veces ganar implica más que saber la respuesta.

Salchichas fritas en el buró junto a la cama...

En la televisión una noticia importante sobre el suicidio de un futbolista en el medio tiempo del partido que jugaba. Las sábanas destendidas indicando que su dueño no tuvo tiempo de arreglarlas al salir. Tal vez no tuvo tiempo de muchas cosas más.

Jugo de naranja derramado en el desierto de Sonora...

El contenedor sólo tenía lugar para una fruta completa y tuvimos que exprimir la otra mitad, como siempre sucede en esos casos un poco de jugo cayó al suelo.

Allí sigue hoy, a veces escribe "desperdicio" con la punta de un palito en la arena, un buen ejercicio de exorcismo...

Primera Plana

Un hombre camina en el desierto. Siente el frío del chaleco de explosivos haciéndole cosquillas en el vientre y las costillas, bajo la camisa. Observa los remolinos en la arena mientras camina hasta donde no haya ninguna criatura o planta cerca. Sus restos atraeran a algunas criaturas a ese punto. Llevando vida a un lugar donde no la había antes. Ese pensamiento lo consuela un momento antes de activar el mecanismo.

Los periódicos lo recuerdan como el más incomprensible acto terrorista de la historia, especulan sobre lo que puede haber bajo el desierto, encontrando ahí, ¿qué más? Petroleo, poco después.

Los amigos de ese hombre, siempre llenos de ideas nuevas y maravillosas, crean mil historias y explicaciones que casi inmediatamente rebasan a la verdad, y poco tiempo después la reemplazan.

Creo que las mejores cualidades de ese hombre se hicieron evidentes después de que desapareció en pedazos.

Desaparecer en mil pedazos fue ser cortés con la gente que lo buscó. Permitiéndoles a todos la oportunidad de encontrarlo, en vez de sólo a uno de ellos.

Visite la dulcería

Hablar de inventos que definen nuestra generación
como si ser apático fuera un mérito, tomando cerveza.
Más tarde contener el sabor a tierra en la garganta
cuando alguien pregunta si conocemos gente casada.

Hablar de renunciar con el espejo,
observar el reflejo al otro lado,
los círculos negros alrededor de los ojos.
Escuchar una voz que no es la tuya decir,
que si alguna vez valió la pena morirse por algo:
es hoy, es por esto.
Rayar con lápiz las sonrisas en las fotos viejas,
representar el papel de tu libreto con una sonrisa,
aunque no sea el que uno quisiera tener.
Hacer una reverencia, y salir del escenario...

13 es un número de la buena suerte...

Que sufra el hígado, no el corazón...

1.-Hay un refrigerador con un pastel en proceso de descomposición.
2.-Hay dos personas que miran al mismo lugar en diferentes momentos, ¿verán lo mismo?
3.-Hay tres chinitos y tres chinitas en un trabalenguas que nunca me podré aprender.
4.-Hay cuatro paredes indestructibles.
5.-Hay cinco días en el primer mes de todos los años.
6.-Hay seis moléculas de humedad.
7.-Hay siete velas, pero ninguna está en mi casa.
8.-Hay seis recuerdos imposibles de borrar.
9.-Hay cinco cerraduras vacías.
10.-Hay cuatro dedos vacíos en todas las manos.
11.-Hay tres personas en un elevador.
12.-Hay dos puertas para cada laberinto bien construído.
13.- Hay un lunar que nunca será mío.


No hubo 14 para nosotros...

Humphrey Boggart se suicidó dos años después...

Estos días mi vida se parece a un aeropuerto en blanco y negro...

Estoy considerando abrir un café que en realidad sea un bar que en realidad sea un casino que en realidad sea un centro de ventas de pases ilegales, de escapatorias del infierno.

Casablanca inventó los clichés...

Todo el dolor del universo cabe entre 4 paredes,
las paredes del Café de Rick.

Everybody goes to Rick's.

Cuidado con los oasis

Lo más importante para atravesar un desierto es:




- no confundir espejismos con oasis, o viceversa.

- No olvidar en ningún momento que uno está en el desierto,
no llamar a las cosas por un nombre que no sea el suyo.

- Caminar sin acelerar el paso, caminar sin disminuir el paso.

- Saber reconocer si el desierto ganó, tener un poquito de dignidad.

- No sentir mucha sed.

- SIEMPRE mantener el control.

- NUNCA mirar atrás.


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Morir de sed es mucho más fácil, los desiertos tampoco tienen paredes.

7 pecados, lujuria. BORRADOR

Es algo que nadie te puede platicar, tienes que vivirlo—Escribió Joel en su diario.—Cuando te vienes siete veces en cuatro horas crees que puedes tocar a Dios. Para la décimo tercera te das cuenta de que no hay un Dios, lo único que hay es ese interminable mar de gemidos, pezones, semen, saliva y sudor. Entonces tal ves por primera vez te dan ganas de levantarte y salir del departamento a fumar un cigarro o a tomar un café y caminar por la calle tomados de la mano, o sin tomarse de la mano. Sólo que no puedes, el departamento está cerrado y los dos hicieron los arreglos muy bien para que nadie los encuentre. No necesitas voltear a ver el suelo junto a la cama, lleno de condones, latas de comida, vitaminas y demás. Estás atrapado. Sólo por un momento pero te dan ganas de gritar.

Esa sensación termina siempre después de la primera pausa para comer.---Joel escribía en su diario mientras Clementine dormía plácidamente junto a él.

Joel revisó lo último que había escrito, no escribía desayuno porque desde que acordaron no llevar relojes al departamento el tiempo no pasaba igual allí adentro; así que “desayuno” le pareció inapropiado. Con la mano libre acariciaba uno de los pechos de Clementine, distraído. Hasta que un gemido entre sueños de ella y un cambio de posición lo hizo tener que reprimir una erección. Quería detenerse unos minutos, ver cuanto tiempo podía contenerse antes de iniciar de nuevo. Nunca había podido esperar más de 10 minutos en las dos semanas que llevaban allí, tal vez hoy tampoco. Además todo podía ser una alucinación, era un caso de uno en cinco millones, pensó Joel mientras el deseo callaba momentaneamente en él la idea que lo dejaría sin dormir durante tantas noches.

---Los mejores pretextos se me han ocurrido siempre cuando se trata de acostarme contigo-- Escribió Joel antes de cerrar su diario y pasarle una mano por el cabello a Clementine, mano que siguió su camino por un rato, acariciándola hasta que despertó y volvieron a empezar. Johnny Depp en Don Juan DiMarco había dicho que la vida no era más que lo que hacías entre cada acostón. O igual no fue esa película, pero Joel recordaba que si, le gustaba pensar que sí, y de todos modos fue en una película, de eso estaba seguro. El punto es que cuando los dos entraron al departamento se deshicieron de todos los intermedios. Comida, agua, una regadera, un baño, condones y una cama. Ni siquiera tenían luz eléctrica, y la mayoría de las velas que habían llevado habían acabado en la piel y boca de ambos, antes de que Joel guardara unas cuando empezó a dormir menos. Al principio pensó que nada más era que le gustaba ver a Clementine dormir, aunque eventualmente terminaba despertándola cuando no podía soportar más tiempo, y a decir verdad nunca podía soportar mucho tiempo así que cuando el insomnio no recedió tuvo que buscar algo para no tener problemas con Clementine. Fue entonces cuando empezó su diario. Con letras grandes había puesto una cita, no se acordaba de donde, en la portada.

“La felicidad es una cárcel, Evey. De hecho la felicidad es tal vez la peor cárcel de todas”

Y llenó y llenó páginas cada vez que no podía dormir.

---Escribir y coger con los únicos actos de creación desinteresada que tenemos los hombres.—Joel escribió eso la primera vez que le pareció escuchar un temblor en el vientre de Clementine. Por supuesto no podía ser, entre pastillas y condones no había manera posible de que Clementine estuviera embarazada. Contra su voluntad Joel se imaginó muchas noches siguientes al esperma que lograra tal hazaña. Tendría que ser como un soldado o un agente secreto.

---¡Ja,ja,ja. Un agente secreto. Qué puta risa!

Es curioso como la felicidad puede ser alterada por el menor detalle. A partir de ese día Joel le dedicaba todo el tiempo que no pasaba en la cama con Clementine a racionar la comida. Empezó a comer menos y eso se notaba en la cama. Clementine, que no sabía nada, pensaba que era porque Joel perdía interés, y lloró algunas noches abrazada a él. Hasta que Joel decidió comer bien uno de cada tres días para que ella no lo notara. Comenzó a soñar cosas extrañas. Soñaba con Clementine antes, con un vestido corto blanco, la piel bronceada y un niño abrazado a sus piernas, con un juguete en la mano. ---El niño--diría ella—era idéntico a ti. Soñaba que se la robaban los piratas. Soñaba que al fin se acababa la comida. Hacer planes para encerrarse y morir no es lo mismo que llevarlo a cabo. Hasta Romeo y Julieta habían necesitado un empujón.

Joel empezó a hacer cuentas de cuanto duraría la comida. Escribió números en los botes de crema Chantilly con que decoraba a Clementine, en las paredes, en los reversos de todas las cajas de cartón, en la espalda de Clementine, y en sus piernas, y en sus nalgas. Llenó de números cualquier espacio disponible en el departamento. Gracias a Dios la reja de la ventana tenía un agujero para tirar basura, o Joel se habría ahogado en condones usados y sus cajas llenas de números hace más de un mes. Poco tiempo después Joel se pasaba las noches ordenando y reordenando la comida mientras Clementine dormía. Empezó a idear un sistema para pedir ayuda por la ventana, como las cartas adentro de botellas náufragas. Para ver si alguien los descubría y rescataba, confiaba en que en el peor de los casos la descubrieran a ella aunque él ya no estuviera ahí. Confiaba en que ella se salvaría, hijo o no.

---No deben quedar más de dos semanas. Tengo que terminarlo hoy---Escribió Joel en su diario, y lo cerró por última ves. La comida se estaba terminando. El baño sería probablemente el mejor lugar. Acarició suavemente un pezón de Clementine mientras luchaba por contener la erección, 5 minutos, 10 minutos, 15 minutos y se inclinó sobre ella, y al fin la besó y se levantó al baño. Poco tiempo después un sonido sordo sonó en el suelo del baño y otro en la habitación. La sangre de Joel viajaba lenta pero constantemente hacia la rejilla de la regadera. Joel tuvo el tiempo de ver entre sombras a Clementine salir llorando de la habitación con su diario en la mano, y tenderse junto a él en el mismo lugar donde la policía encontraría una pareja muerta en la regadera. La mujer mostraba huellas de fuerte e ininterrumpida actividad sexual, se cree que fue repetidamente violada durante semanas y al final acabó con su agresor en un descuido, perdiendo su vida. Los doctores nunca le confirmaron si estaba embarazada a nadie que no fuera su pariente cercano.

Leaaaaving, on a jetplane

Hoy todo el mundo amaneció bajo el agua.
Todo transcurre más lento,
la gente me mira con los ojos vidriosos,
nadie parece entender porque,
pero todos se están ahogando.

Enjoy the silence

Por hoy no voy a decir nada, hasta que tenga algo bueno que decir.

Me pongo los audífonos, me desconecto y escucho a Depeche Mode.

"Words like violence
Break the silence
Come crashing in
Into my little world
Painful to me
Pierce right through me
Cant you understand,
Oh my little girl?"


Has the jury reached a verdict??

Paisajes del apocalipsis pintados con aerosol

Hoy transmitieron el fin del mundo por la televisión. La gente se sigue preparando afuera de mi departamento para cuando llegue. Los supermercados están llenos de filas, los caminos están llenos de escapatorias, la televisión está llena de salvaciones, los parques están llenos de lágrimas, las hojas secas están llenas de pisadas, los finales están vacíos de mientrastantos. Mi departamento está lleno de espacio, de espacio vacío.

En medio de tanta confusión me pregunto dónde estará toda la gente, es una lástima que sea una transmisión diferida. Todas las caras que se ven en la televisión sonriendo ya deben estar en otro lugar.

No puedo ser Dédalo sin una vela tuya en mi casa

Me preguntaste que qué pasaba si no sabíamos volar,
si algún día la humedad puede derrumbar las casas junto al mar,
si la arena y la brisa borrarán al final cualquier grafiti,
si en dos meses estaré escribiendo
sobre viajes en alguna otra carretera,
sobre algún otro mar...

Me comentas que construir en la playa no es fácil,
hacen falta permisos, papeles, trámites,
que hoy en día los taxistas no hablan de leyendas,
sino de asaltos, de los sitios que no son sitios,
y de problemas...
que las jaulas de oro no dejan de ser jaulas
por no tener cerradura,
que haría falta que no tuvieran barrotes,
que es tarde para ir al trabajo, que no hay tiempo para soñar.

Me recuerdas que cada sonrisa despierta una pregunta,
que cada mano es también un dedo acusador,
que las calles son monstruos, donde acecha un mundo
donde...
yo...
no...
existo.

Me afirmas que no puede sostenerse una casa sin paredes,
me hablas de la ley de gravedad, del equilibrio de las cosas,
maldito el día en que Isaac Newton
abrió oficinas para auditar los sueños.



NO TE CREO



Yo sigo en el laberinto, sentado mirando el cielo,
escribo estas líneas en las paredes,
llenas de grafitis, llenas de vueltas a la izquierda,
mientras recuerdo,
y pienso en lo increíble que sería volar hasta tocar el sol...

Sobre volar

Es como aprender a manejar, probar el chocolate por primera vez, probar alguna droga tailandesa hiper-adictiva, pintar un cuadro, fumarse un cigarro, desayunar hot-dogs, despertar y buscarnos las manos, dejar de fumar, comerse la sal de gusano de una botella de mezcal, ganar un millón de dólares, apedrear un cristal indestructible, pintar un grafitti y muchas cosas que no puedo determinar exactamente.

Todo al mismo tiempo.

Construir casas sin paredes

Construirte una casa junto al mar,
alrededor del cadaver de nuestro coche sin ruedas.
Construirla sin paredes,
para nunca sentirnos extranjeros.
Regalarte la llave maestra
de las jaulas de oro de todo el universo,
sin comprar ninguna para nosotros.
nunca jamás encender la televisión,
ni las luces.
Buscar a tientas el apagador,
y encontrar tu mano.


Soñar que nunca despertaremos
y será tarde para ir al trabajo.


Soñar con nunca despertar,
hasta que despertemos...

Todavía nos espera un mar en calma

Tomar un taxi y no detenerse hasta ver el mar,
cualquier mar, descubrir si todo este mundo también es un laberinto.
Descubrir las leyendas que sólo conocen los taxistas,
leyendas de putas que se transforman en abogados a medianoche,
seguir sin él cuando se le terminen las historias.
Respirar hasta que nuestro pulmones exploten, morir sin dejar testamentos,
dormir en la sala de un cine vacío, en un pueblo
donde proyecten siempre la misma película
y te dejen cocinar tus propias palomitas.
Soñar con un mundo donde
todas las bombas estén en anaqueles demasiado altos,
un mundo donde nadie pueda, queriendo o sin querer, dejarlas caer.
Detenerse cuando las ruedas del carro se rompan,
justo frente al mar. Pescar comida para ti,
escribirnos mensajes en los vidrios empañados
mientras la música suene en el estéreo
hasta que la batería se muera, y nosotros...

Lo que (no) nos espera al final del laberinto

Dar un primer paso, un segundo y un tercero.
La puerta sigue ahí atrás, la salida está al alcance del ojo.
La oportunidad de escupirle el ojo a la vida,
de hacer más con menos, de soñar a plazo fijo.
Una vuelta a la izquierda que te lleva
a la entrada de una casa que no es tuya,
que quisieras que fuera tuya.
La salida sigue atrás de ti,
subir te cuesta tres vueltas más.
Los dos ojos que abren la puerta
y súbitamente la salida no está allí,
o ya no importa, que es lo mismo.

Humedad y dolor en un estómago
que
no
es
un
estómago.

Escaleras abajo, no sé dónde estoy.
No quiero encontrar la salida,
el minotauro no sabe que estoy ahí,
pero su tesoro siempre será suyo,
sin importar que tan alto puedas gritar.

Los laberintos son el infierno,
tal vez tú seas el infierno...
un infierno para dos,
en el que sólo estoy yo solo.

Es hora de dar otra vuelta a la izquierda...