- Caminar con madera endeble bajo los pies es una sensación placentera, nunca estás más vivo que cuando sabes que estás en peligro. Eso deben sentir los toreros, los pilotos y los ejecutivos de tele-marketing.
- Más allá de hacerse más viejo. Amigo lector, nunca te preguntaste ¿qué se sentirá crecer?
- Recordaré este año para siempre como el año en que dejé de ser joven. Llegaron las canas, se acabaron las ilusiones juveniles. Empiezan los planes, que a diferencia de las ilusiones, suelen tener un fin, bueno o malo.
- Nunca Jamás no existe. Pero eso, bien visto, no es triste. De todos modos, si existiera, el mundo de este lado de la tercera nube anda escasos de pensamientos felices.
- Esta semana tuve un buen round con mi lado obscuro, más en posts futuros porque las sombras solo retratan bien en manos entrenadas.
- El tiempo es el mejor terapeuta de todos. Embellece algunos recuerdos, borra otros, altera otros, y cuando no puede curarte (casi siempre) te mata y se busca nuevos pacientes.
- Nunca es tarde. Miento. Ya es tarde, tengo que ir a dormir. Buenas noches.
- Sonríe más, o no. En el fondo todos sabemos que la mitad de las veces la mitad de la gente sonríe para ocultar que el doble de cosas que quisiera es el doble de triste de lo que deberían.
- El apartado anterior es es una mamada matemática. La peor clase de mamadas ever. Sip, aún tomando en cuenta las mamadas con brackets.
CC>;, o sea, tsutsuku, o sea continuará. Como dije al inicio de este post: nada termina. Nunca.
Bueno, algunas cosas sí; esta entrada es un buen ejemplo. Mira...